29 de marzo de 2011

DIFERENCIA SALARIAL ENTRE ESPAÑOLES E INMIGRANTES



"Más de la cuarta parte de los inmigrantes viven en España en situación de pobreza, según un estudio."



 MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -



   Más de la cuarta parte de los inmigrantes no nacidos en Europa que viven en España se encuentra en situación de pobreza moderada, es decir, con ingresos por debajo de los 6.860 euros anuales, según el 'Informe de la Inclusión Social' presentado hoy en Madrid por Fundación Caixa Catalunya.
   El estudio, coordinado por la directora del Instituto de Infancia y Medio Urbano, Carmen Gómez Granell, y dirigido por Pau Marí Close, revela que el 26 por ciento de las mujeres y el 24 por ciento de los hombres inmigrantes afincados en España padece esta situación de carestía, porcentajes que en el caso de la población autóctona se sitúan en el 17 y el 21 por ciento para hombres y mujeres, respectivamente.
   No sólo hay más pobres entre los inmigrantes, sino que además, están concentrados en niveles más extremos. El trabajo revela que los extranjeros no nacidos en la UE duplican a los españoles en la tasa de pobreza alta, que engloba a quienes perciben menos de 4.573 euros anuales; y triplican el índice nacional de pobreza extrema, la que hace referencia a los ingresos por debajo de 3.219 euros al año.
   Así, el 12 por ciento de las mujeres y el 14 por ciento de los hombres inmigrantes vive en situación de pobreza alta, mientras que el nueve por ciento sufre de pobreza severa. Este porcentaje se incrementa atendiendo a la población infantil, porque según concluye el estudio, "los niños extranjeros no sólo son más pobres, sino que su pobreza es más intensa".
   En concreto, más de la mitad (52%) de los niños hijos de inmigrantes tiene riesgo de pobreza moderada, mientras en el caso de la población autóctona la incidencia afecta a dos de cada diez. Además, mientras el riesgo de pobreza alta es del 8,4 por ciento entre los niños autóctonos, entre los extranjeros esa proporción es cuatro veces más alta (32%). Por último, en la pobreza severa, el porcentaje de riesgo en los niños extranjeros (28%) es siete veces superior al de los nacidos en España.
   Esas tasas altas de pobreza se reflejan en la capacidad de los hogares formados por personas inmigrantes para hacer frente a una serie de gastos necesarios para mantener unos mínimos estándares de vida, según explica el estudio, que encuentra más dificultades para llegar a fin de mes entre la población extranjera que en la autóctona.
   Así, mientras el 29 por ciento de los españoles se declaran incapaces de afrontar gastos imprevistos, esta afirmación es compartida por el 53 por ciento de los inmigrantes. El trabajo recoge que un 5,5 por ciento de los españoles ha tenido retrasos en el pago de la hipoteca; un 6,6 por ciento en el pago de compras a plazos y un 3,2 por ciento en el abono de las facturas, porcentajes que alcanzan el diez, catorce y ocho por ciento, respectivamente, en el caso de los extranjeros.

EXCLUSIÓN LABORAL

   Una de las variables que contempla el informe para describir la situación de carestía de los habitantes de España es la posición en el mercado laboral que ocupan. En cuanto al tipo de contrato, el estudio revela una mayor presencia de extranjeros en los tipos de contratación laboral y recoge que el 54 por ciento de los hombres y el 58 por ciento de las mujeres inmigrantes están trabajando por esta vía. En el caso de los españoles, la temporalidad afecta al 27 por ciento de los varones y al 40 por ciento de las mujeres.
   Sobre el salario, el informe indica "notables" diferencias en la mediana de sueldos entre los españoles y los extranjeros. En el primer caso, el mediano ronda los 14.000 euros anuales para los hombres y los 10.200 euros cuando se trata de mujeres. Sobre los inmigrantes, el salario mediano no supera los 11.220 euros anuales en los varones los 8.400 en las mujeres, en torno al 20 por ciento menos.
   "La incorporación al mercado de trabajo es una forma de integración de las personas en la sociedad de acogida, pero esa integración parece pasar por la segmentación en la ubicación laboral: las personas nacidas fuera de Europa se concentran en las formas de contratación y los salarios más precarios", explica el informe.
   En este sentido, los autores del estudio advirtieron sobre el riesgo de "fractura social" que supone perpetuar las diferencias entre los españoles y los extranjeros.


   He decidido elegir esta noticia publicada en la página web "europapress.es", porque me parece muy interesante saber que una de las consecuencias de las desigualdades salariales entre españoles e inmigrantes es que muchas de esas personas afectadas viven en una situación de pobreza muy grave, que a su vez está haciendo que la población infantil inmigrante, es decir, sus hijos tengan un riesgo de pobreza muy superior a los españoles. Pero lo peor empieza después: el riesgo de fractura social, como dice el estudio, al que nos estamos sometiendo es lo grave y creo que eso, como trabajadores sociales nos merece una gran atención. 

  Quiero destacar de la noticia, ya que es el tema que me concierne, los motivos de la exclusión laboral: el tipo de contrato, el empleo desempeñado y sobre todo los salarios, los cuales soportan unas diferencias de casi 3000€ al año entre los hombres y de 2000€ en las mujeres de menos. Aunque parecen cifras no muy altas, es una forma de diferenciar esa integración de los inmigrantes en el mercado laboral, porque la evolución de los salarios se ha basado en importantes diferencias entre los distintos grupos de trabajadores y trabajadoras. Los inmigrantes y sobre todo las mujeres han tenido y siguen teniendo salarios significativamente inferiores al salario medio, en buena medida porque se concentran mayoritariamente en sectores y ocupaciones en las que se realiza un uso intensivo de la mano de obra, ligado a costes laborales y salariales bajos.



  Terminar recordando que el día 21 de Marzo fue el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, ya que el mismo día en 1960 se produjo un ataque por parte de la policía hacia  unos manifestantes pacíficos en Sudáfrica que protestaban contra las leyes de "apartheid", palabra que significa "separación" y que dio lugar a un fenómeno de segregación racial que dividía a los diferentes grupos raciales dependiendo de su apariencia, ascendencia y aceptación social para promover el desarrollo.


  Y ese es un gran ejemplo de la fractura social que se puede originar y a la que me refería unas líneas más arriba.