8 de abril de 2011

IGUALDAD LABORAL A TRAVÉS DE LA PERSPECTIVA LEGAL (II)

Mi primera aportación al blog terminaba así: "En relación a las leyes laborales, considero que tienen aspectos positivos, pero que podría ser más positivo para la sociedad, que no hiciera falta crearlas y que en el ámbito del trabajo no existieran tantas desigualdades entre hombres y mujeres, ¿no crééis?". Se plantearon otras preguntas abiertas a las que voy a intentar dar respuesta de forma argumentada. A la pregunta de porqué es necesario en mayor o menor medida se creen medidas para erradicar la desigualdad social e intentar llegar a la igualdad laboral, voy a intentar dar una respuesta, acudiendo a Montesquieu, que decía que las leyes "son las relaciones necesarias que se derivan de la naturaleza de las cosas". Esto nos lleva a pensar que todos los seres tienen sus propias y específicas leyes (incluído el reino animal) y por supuesto, el hombre, y por tanto las leyes que derivan de la naturaleza de las cosas. El espíritu de las leyes está constituido por un conjunto de teorías y prácticas que derivan de la sociedad y vuelven a ella pero de otra manera. Es como un desafío a la sociedad y al hombre en su parte social, que se debe resolver. Otros autores como Platón citando a Píndaro, dice que "la ley es reina de todos, mortales e inmortales". Por tanto se puede considerar que teniendo en cuenta a los filósofos citados, las leyes son necesarias y van unidas al ser humano. Se puede decir que hay aspectos que deben ser legislados, ya que si sucedieran sin leyes, pueden dar lugar a hechos y situaciones discriminatorias. Un ejemplo son las bonificaciones económicas explícitas, que dan a las empresas cuando contratan a población que sufre desigualdad en el trabajo, como pueden ser por ejemplo: mujeres, personas mayores de 45 años, personas con discapacidad. Como conclusión, se podría decir que las leyes en el ámbito laboral, son necesarias para intentar paliar las desigualdades que se dan.



"Empowerment"

Empowerment, un término también conocido como empoderamiento de la mujer.
Se trata de un término acuñado en la Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekin) en 1995 para referirse al aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder. Actualmente esta expresión conlleva también otra dimensión: la toma de conciencia del poder que individual y colectivamente ostentan las mujeres y que tiene que ver con la recuperación de la propia dignidad de las mujeres como personas.
Es un termino muy importante y que esta cobrando muchísima importancia en estos años ya que juega un papel importante en las medidas de igualdad.
Es básico que la mujer se valore, porque si no lo hace ella, nadie lo hará, hay que dar los medios para que todas la mujeres sea cual sea su procedencia, edad, clase social, etc. puedan quererse a sí mismas, respetarse y ser dignas.
También leemos que según la Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing de 1995 , el término se emplea no solo para el crecimiento individual de cada uno sino que se emplea para incrementar la presencia de mujeres en procesos de toma de decisiones y acceso al poder. En la pagina web del ministerio de sanidad, política social e igualdad hay un apartado de estadísticas (http://www.inmujer.es) y una de ellas nos muestra la diferencia en números, desde años anteriores hasta ahora, de puestos de poder y de toma de decisiones que ocupan hombres y mujeres. Las desigualdades son claramente observables pero no sólo en 1992 o 1998 sino también en el 2010.
Dado que estas diferencias existen, es importante crear mecanismos para facilitar el acceso a la mujer a estos puestos de mando y de toma de decisiones para así obtener una igualdad real con respecto a los hombres.

Firmado por: María Ballesteros Almeida